domingo, 23 de marzo de 2014

Carta Pícaro S.XXI

Señor Fernadez:
Me llamo Lara Díaz, nací el 15 de Marzo de Marzo de 1990, soy pelirroja y de ojos azules. Nací en Cordoba, pero me crié en Sevilla. Mi padre se llamaba Carlos Díaz, era  castaño y de ojos azules, era rico y admirado por muchas personas. Mi madre se llamaba María López era morena y de ojos verdes, mi padre y mi madre no se parecían en nada, ya que, mi madre conoció a mi padre siendo su criada, ella era del barrio de las 3.000 Viviendas.

Eramos una familia feliz, dos hijas y sus padres pasando el día juntos, riéndonos, jugando, hablando, comiendo...Hasta que un día mi padre murió. Le pegaron un tiro en el pecho por asuntos de negocios, yo tenía 13 años cuando ocurrió eso. A mi madre le quitaron todo, la comida, las medicaciones y el dinero. Ya podría imaginarse usted nuestra situación señor Fernadez, mi hermana y yo estuvimos mucho tiempo teniendo que limpiar o teniendo que hacer faenas.

Mi madre encontró una casa abandonada en su antiguo barrio, estaba muy sucio así que tuvimos que limpiar, pintar, comprar durante toda una semana, menos mal que mi abuela todavía vivía y nos prestó dinero suficiente para pagarlo.

De repente, vi un día a mi madre cogiendo fruta de un puesto y no pagarle a la moza que estaba vendiéndolo, lo envolvió en la cesta que llevaba y se acercó a mi.

-Hija, lo que acabo de hacer es una cosa muy mala, pero que tengo que hacer para poder alimentaros a ti y a tu hermana, yo te enseñaré a hacerlo, pero úsalo solo en casos extremos.

-Vale mama.

Mi madre me enseño a hacerlo, al principio tenía demasiada curiosidad por hacerlo, empezé ensayando con mi madre y mi hermana durante unas dos semanas más o menos. 

Así fue como empecé robando, conociendo amigos, y conociendo el barrio en el que vivía. Hasta que un día estaba con una amiga andando y un coche apareció delante de mi y abrió la puerta. Un hombre desde el exterior del coche que estaba de tras mía me empujó hacia el interior del coche y golpeo a mi amiga que cayó al suelo.

Estuve cinco años siendo acosada por ellos hasta que conseguí escapar y localizar un puesto de policía y por esto le escribo el formulario que me pidió usted señor Fernadez para poder denunciarlos.

Me despido de usted, un cordial saludo.

Lara Díaz López.